La sociedad chilena está cada vez más inclinada hacia la búsqueda del Bienestar del Ser humano, exigiendo mayores estándares de eficiencia y calidad. Es fácil reconocer cambios, los derechos y el cuidado con animales, ergonometría y la emergente conciencia ecológica y de reciclaje. Todo pareciera encaminarse hacia la búsqueda del bienestar con mayor o menor consciencia de ir co-construyendo todos una Cultura de Buenos Tratos.
La aspiración social de crear una Cultura del Buentrato, nos invita a todos los integrantes de ella, a propiciar el bienestar humano de manera integral, tanto en lo físico como en lo psicológico, desarrollando espacios y relaciones humanas bien tratantes, donde el valor del ser humano es digno para tal aspiración y esta presente en todo momento desde que la persona nace hasta el momento de su muerte. Una cultura basada en principios de protección, consideración y respeto. Esto requiere un cambio de mentalidad.
Punto de partida. Conductas de buen trato o Cultura del Buentrato?
Como aspiración y proceso social en desarrollo, tenemos que hacer la distinción entre lo que realmente queremos como sociedad ¿queremos vivir con conductas de buenos tratos como expresiones aisladas, individuales y exclusivas realizadas para ciertos espacios o situaciones, o queremos como sociedad, avanzar del punto de partida hacia una aspiración consiente, globalizada, colectiva y permanente de vivir en una Cultura del Buentrato? Cambiar conductas es solo el comienzo…
Profesiones que exigen la diferencia.
Según nuestras observaciones y trabajo como educadoras de Párvulos y psicóloga en la promoción de esta Cultura del Buentrato, hemos podido observar que hay diversas actividades laborales que requieren un abordaje social de apoyo, espacios donde a la sociedad le importa que la cultura del Buentrato se desarrolle a cabalidad. Nos referimos aquellos trabajos donde se educa, se atiende, se sana, a una persona dependiente y vulnerable que está al servicio y al cuidado de un otro “adulto responsable” donde por las exigencias diarias y las características del trabajo la habituación insensibiliza creando un ambiente susceptible para caer en malos tratos : Ambientes donde si importa y en todo momento un trato de calidad con, niños, enfermos y ancianos.
Las relaciones sistémicas en ámbito de salud, educación y cuidador de ancianos están muy bajo de lo esperado para dar inicio a una Cultura del Buentrato con sentido y coherente a las necesidades esperadas en la calidad del servicio. Lo evidentemente observable son las buenas practicas y /o malas practicas traducidas a buen trato o maltrato.Quedando estas decisiones en el ambito de la improvisacion o buena voluntad del emisor.
Desde esta mirada y respondiendo a la pregunta, porque la importancia de ocuparnos de estos profesionales en la práctica y en directa relación con la reflexión como profesionales de educación y psicología, queremos destacar que el estrés y el desgaste de estos trabajos deteriora competencias laborales y personales, haciendo difícil entregar un servicio saludable hacia un otro altamente demandante y descuidando la salud emocional del propio trabajador.
De esta manera pensamos que es una necesidad nacional fortalecer la conciencia de la importancia del auto cuidado, de la empatía, la sensibilidad asistida, el conocimiento, reflexión y conciencia de la buenas e inadecuadas prácticas laborales dentro de la Cultura del Buentrato, de estas profesiones y su ambiente, contribuyendo como sociedad a evitar el desarrollo de un trabajo mecanizado donde la habituación a la rutina, desgasta profesionalmente la sensibilidad requerida para una atención de calidad.
Comments